Acupuntura Fácil. Acupuntura Intradérmica: Hinaisin

PROLOGO

Mi primer contacto con la acupuntura intradérmica AID fue hace mu­chos años, no me enseñaron muy bien como manejarla y no me atre­vía a dar uso de los pocos conocimientos que tenía con otras perso­nas. Por eso lo que hice al principio fue probarla conmigo mismo, primero lo hice con contracturas, pequeños dolores etc., y resultó, realmente funcionaba. Entonces empecé a probar realizando cambios en mi propio cuerpo y busqué provocarme pequeñas enfermedades como catarros, trastornos digestivos etc., y también fun­cionó. Por último lo hice con las emociones mediante los puntos Shu de acupun­tura y los 5 Reinos de las Transformaciones y el resultado fue fabuloso, conseguí cambiar mis emociones. Si estaba muy irritado insertaba una agujita en el 2H y enseguida notaba el cambio, si lo que ocurría era un exceso de preocupación, los inicios de curso son el mejor caldo de cultivo para la preocupación de las personas que se dedican a la dirección de escuelas, me colocaba una aguja en 5B y casi de inmediato me sentía más tranquilo. Poco a poco fui investigando más y probando con personas de mi entorno y cada vez encontraba mas razones que avalaban la eficacia de las Agujas Intradérmicas. Esto me llevó a estudiar más e investigar en campos en los que previamente nadie había trabajado, a descubrir nuevas fórmulas para trabajar con la AID y a ayudar a muchas personas a resolver trastornos que les decían era irresolubles.

La AID .es una técnica sencilla, aunque hay que estudiar bien para manejarla; no invasiva (las agujas tienen 3mm de longitud); indolora, la inserción es en la piel y no duele; sin efectos adversos; muy efectiva, aún recuerdo la cara que puso una persona, profesional de la medicina, que cuando vio la aguja que le mostraba, pensó que le estaba tomando el pelo si pretendía con esa pequeña aguja, ayudar a aliviar un terrible dolor de espalda que la mantenía en un estado de continua an­siedad y le impedía vivir su vida con normalidad. Pues bien, nada más colocarla el dolor se redujo y su cara cambió de color, ya no lo tiene, su vida es más relajada y es una de las personas que mejor habla de mí.

En el libro se van a dar una relación de puntos de acupuntura de tratamientos utilizados habitualmente por acupuntores. Con ello no se intenta suplir el trata-miento de la medicina tradicional, ni mucho menos, interferir en los tratamientos que realizan otros profesionales o terapeutas, sino exponer el punto de vista de una técnica milenaria como es la acupuntura.

ARTURO VALENZUELA