Dermoestética. Procedimientos. Manual Práctico

El cuidado de la piel es una cuestión que preocupa cada vez más a nuestros clientes. Tanto hombres como mujeres están especialmente preocupados por los efectos sobre su piel de la polución de las ciudades, la alimentación desequilibrada fruto de la falta de tiempo, los efectos del estrés y los daños ocasionados por la luz solar. Por este motivo, nuestros clientes buscan, cada vez más, productos cosméticos basados en activos de reconocida eficacia, avalados por estudios científicos.

 

En los últimos años, han irrumpido en el mercado diferentes marcas de cosméticos basadas en activos únicos, en proporciones perfectamente definidas y con indicaciones muy claras, que han tenido una gran aceptación por parte de los usuarios de cosmética. Las personas se preocupan cada vez más por conocer y comprender la formulación de sus cosméticos de uso diario, y existe una mayor exigencia en cuanto a la lista de ingredientes de los productos y sus concentraciones en activos cosméticos concretos. La dermocosmética intenta dar respuesta a esta demanda a través de productos cosméticos y tratamientos estéticos, con reconocida eficacia demostrada mediante estudios científicos, que ofrece a los clientes una solución real a sus problemas estéticos. Para poder ofrecer un adecuado consejo cosmético es imprescindible conocer cuáles son estos activos, en qué proporción deben encontrarse en el producto, cuál es su forma de aplicación correcta y en qué tipo de pieles y condiciones están indicados. No debemos olvidarnos de los tratamientos médico-estéticos, que complementan a la cosmetología, apoyando aquellas situaciones en las que el cosmético no podrá conseguir el objetivo por sí mismo. La combinación de la dermoestética y la medicina estética ofrece un importante arsenal para el tratamiento de las condiciones estéticas de la piel como nunca antes lo habíamos vivido.